Por:
Flor Tapia Cisneros
Recientemente se aprobó
en la Asamblea Constituyente anular las elecciones cuando se acredite violencia
política de género, esto sin duda, es un gran paso hacia el camino del buen
ejercicio de los derechos político - electorales de las mujeres.
Y es que sólo basta ver
los múltiples casos en donde se denigra, exhibe, maltrata y en algunos de
ellos, las mujeres pierden la vida, por el sólo hecho de tratar de ejercer su
derecho a gobernar o formar parte de la vida política del país la cual ha
sido territorio de hombres. Lo único que desean es hacer uso de ese derecho, el
cual de ninguna manera es un privilegio. Es un derecho consagrado en la
Constitución Política desde el año de 1953, cuando se concedió el voto a la
mujer en México, el cual fue impulsado por Elvia Carrillo Puerto, quien desde
1919 luchó por el sufragio femenino, logrando convertirse en la primera mujer
electa diputada al Congreso de Yucatán en 1923, dejando su puesto tan sólo dos
años después, por haber sido amenazada de muerte.
De acuerdo a la Declaración de las Naciones
Unidas sobre la eliminación de la violencia contra las mujeres, la
violencia política se podría definir como "todo acto de violencia basado
en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un
daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las
amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad,
tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada". [1]
Para mayor ejemplo de lo
anterior, la violencia política va desde descalificaciones, amenazas,
humillaciones, agresiones físicas, acoso sexual, secuestro, intimidación,
subordinaciones por ser mujer así como ataques a su forma de pensar y/o actuar,
se les postula para cargos en donde de antemano saben que hay pocas
probabilidades de triunfo, se les oculta información, sufren de violencia
económica al limitarles los recursos para sus campañas, son asignadas a cargos
en donde se refuerzan los estereotipos de género, como higiene, salud, entre
otros y en el ámbito local se les asignan regidurías de poca relevancia, se le
pone freno a la actuación en el interior de los partidos políticos,
se enfrentan a los prejuicios marcados por el machismo y en el peor de los
escenarios se enfrentan al asesinato.
A continuación se
mencionan sólo algunos de los casos de violencia política de género en nuestro
país:
·
2008: Eufrosina Cruz, Estado de Chiapas.
Se postuló para la presidencia municipal de Santa María
Quiegolani, resultó electa, pero en el municipio no aceptaron su triunfo,
ya que pesaron más los "usos y costumbres" de la comunidad. [2]
·
2009: Diputadas del PRI, PRD y PVEM
Con el
fin de cumplir con la cuota de género, días después de haber asumido el cargo,
diez diputadas plurinominales pidieron licencia para separarse de su encargo y
dejar como suplentes a hombres. Las llamaron "diputadas
juanitas". [3]
·
2015: Aidé Nava González, Estado de Guerrero.
Pre-candidata
del Partido de la Revolución Democrática, por el municipio de Ahuacotzingo,
Guerrero. Fue raptada durante un acto político, un día después la hallan
decapitada y con huellas de tortura. En 2014, su esposo, quien fue presidente
municipal del mismo lugar, fue asesinado. En octubre de 2012 su hijo fue
secuestrado y aún sigue desaparecido.[4]
· 2015: Rosa Pérez Pérez, Estado de Chiapas.
Resultó
electa en los comicios de 2015, para la presidencia municipal de San Pedro
Chenalhó, Chiapas. Fue obligada a firmar su renuncia por parte de un grupo de
personas de la comunidad y para presionarla secuestraron a dos
legisladores. [5]
· 2015: Silvia Romero Suárez, Estado de Guerrero.
Candidata a diputada
local por el PRD, fue secuestrada durante 24 horas junto con tres acompañantes,
posteriormente fue liberada.[6]
· 2015: Yesenia Alamilla Vicente, Estado de Chiapas.
Candidata por el PAN a
la alcaldía del municipio de Reforma, Chiapas; fue golpeada y amenazada, sus
agresores le dijeron que la golpiza eran un mensaje del candidato del PVEM,
Herminio Valdez Castillo, quien obtuvo el triunfo. Yesenia Alamilla, se vio
obligada a dejar su municipio y una de las integrantes de su planilla fue
atacada sexualmente; ninguna recibió apoyo de las autoridades ni de su partido.
[7]
· 2015: Luz Adriana Ortega Vázquez, Estado de Oaxaca.
Vocal Ejecutiva del
distrito 7 del Instituto Nacional Electoral en Juchitán de Zaragoza, Oaxaca;
fue agredida física y verbalmente dejándola semidesnuda. La agresión
presuntamente fue realizada por militantes del PRD.[8]
· 2015: Claudia Pavlovich Arellano, Estado de Sonora.
Actual gobernadora del
estado y la única en todo el país. Sufrió de violencia política de género
durante su campaña.[9]
· 2016: Yolanda Pedroza Reyes, Estado de San Luis Potosí
Magistrada del
Tribunal Electoral de San Luis Potosí, fue víctima de violencia política de género
por parte de sus homólogos, quienes aseguraron sus oficinas y le impidieron el
acceso a información y documentación para el ejercicio de sus funciones en el
tribunal local. Dicho asunto se resolvió en la Sala Superior del Tribunal
Electoral del Poder Judicial de la Federación.[10]
· 2016: Mujeres del municipio de Guevea de Humboldt, Estado de Oaxaca.
En el mes de
septiembre, por primera vez y después de 63 años de contar con el voto femenino
en México, las mujeres de la comunidad de Guevea de Humboldt, votaron por
primera vez. Esto después de que once mujeres interpusieran un juicio en 2014
ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para que les
permitieran votar y ser votadas, ya que se rigen bajo el Sistema Normativo Interno
de Usos y Costumbres.
Conforme la mujer ha ido ganando
espacio en la escena política, las descalificaciones y agresiones por razón de
género han ido en aumento. Cada día es más recurrente escuchar de estos casos y
es que la línea entre la rivalidad propia de una contienda política y la
agresión por el hecho de ser mujer es muy delgada, sin embargo esto no
justifica las conductas misóginas.
Las mujeres que deciden
incursionar en la vida política del país, se enfrentan a diversos factores que obstaculizan
su participación, tales como: la edad, la clase social, la educación, incluso
si provienen de alguna etnia o comunidad indígena. En el ámbito local, deben
afrontar a los valores tradicionales y el arraigo de las costumbres de la
comunidad y cargar también con la relación que tienen con la familia y el
hogar, el cual es un punto vulnerable, de ahí que se les amenace con dañar a su
familia y es por ello que varias de ellas desisten de emprender o continuar con
una carrera política.
Considero que gran parte de este
problema se suscita al interior de los partidos políticos, en donde las mujeres
se enfrentan a la poca apertura por parte de sus compañeros para que ellas
participen en la vida política, son aceptadas para cumplir con la cuota de
género. Es por ello que para las mujeres representa una gran disyuntiva el
interponer un juicio ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la
Federación, ya que deben acudir primero a las instancias intrapartidistas. Muchas
de estas mujeres son utilizadas para atraer votos, ya que algunas tienen
notorio arraigo en sus comunidades o son conocidas por simpatizar o liderar con
los vecinos.
Si bien, ya contamos con un
“Protocolo para atener la violencia política contra las mujeres” el cual
pretende que estos actos se hagan visibles y sean denunciados; el camino aún es
largo. En los últimos años, la participación de las mujeres en la política ha
ido en aumento, pero con ello también las manifestaciones de violencia.
Sin duda, una de las grandes
herramientas para combatir la discriminación y violencia de cualquier tipo, es
la educación de los niños y jóvenes, formándolos bajo una cultura de respeto,
equidad e igualdad. En cuanto a los organismos públicos, partidos políticos y
autoridades electorales seguir por el camino de la capacitación y campañas de
sensibilización sobre la presencia de las mujeres en la política.
El aumento de casos de violencia
política de género en nuestro país nos hace reflexionar ¿El asunto es ya tan alarmante
que se necesita tipificar esta conducta? ¿El que exista un tipo penal hará que
las mujeres puedan ejercer de mejor manera sus derechos político-electorales?
¿Una vez tipificada la conducta, las mujeres acudirían a denunciar? Lo
anterior, en base a que sólo siete de cada cien delitos cometidos son
denunciados.[11]
[1]
Cerva Cerna, Daniela.
“Participación política y violencia de género en México” SciELO México. Revista Mexicana de Ciencias
Políticas y Sociales.
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-19182014000300005
[2] Aquino, Eréndira. “Oaxaca, donde la violencia contra las mujeres
aumenta porque participan en política”. Animal Político. http://www.animalpolitico.com/2016/12/oaxaca-mujeres-politica-casos-violencia/
[3] Morett, Georgina. “Observatorio para la violencia política”. El Financiero. http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/observatorio-para-la-violencia-politica.html
[4] Ocampo, Sergio. Dávila, Israel. Briseño,
Héctor. “Hallan decapitada a precandidata
perredista a edil de Ahuacuotzingo”. La Jornada. http://www.jornada.unam.mx/2015/03/12/estados/028n1est
[5] Colectivo por la Ciudadanía de las Mujeres.
Petición: ¡Alto a la violencia política
contra las mujeres! “Mujeres ganaron elecciones y hoy son presionadas para
dejar sus cargos y ser sustituidas por hombres” Change.org. https://www.change.org/p/enrique-pe%C3%B1a-nieto-presidente-constitucional-de-los-estados-unidos-mexicanos-alto-a-la-violencia-pol%C3%ADtica-contra-las-mujeres
[6] “Casos
de violencia política contra las mujeres” Pienso Luego Voto. http://www.piensoluegovoto.mx/casos-de-violencia-politica-contra-las-mujeres/
[7] García Martínez, Anayeli. “Caso Yesenia refleja agudización de violencia política de género” Cimacnoticias. http://www.cimacnoticias.com.mx/node/70262
[8] González, Isabel. “Atacan a una vocal del INE en Oaxaca” Excélsior. http://www.excelsior.com.mx/nacional/2015/07/26/1036636
[9] “Yo viví violencia política de género, Claudia Pavlovich” Proyecto Puente. http://proyectopuente.com.mx/2016/10/24/vivi-violencia-politica-genero-claudia-pavlovich/
[10] García Martínez, Anayeli. “Acredita TEPJF violencia política contra
magistrada en SLP” Proceso. http://www.proceso.com.mx/435372/acredita-tepjf-violencia-politica-contra-magistrada-en-slp
[11] Langer, Ana. “En México, 95% de los delitos, en la
impunidad” El Economista. http://eleconomista.com.mx/sociedad/2016/02/03/mexico-95-delitos-impunidad
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